Se viene un nuevo aumento en los alquileres

Los inquilinos deberán afrontar un nuevo aumento en agosto de 2023: pasarán a pagar con un incremento del 109%, una suba por encima de la suba del 104% de julio. Tras 12 meses sin modificaciones, estas familias ahora tendrán que pagarle al propietario más del doble que lo desembolsado en julio.

La Ley de Alquileres vigente establece que los contratos tengan un ajuste anual, que contemple la variación de la inflación que mide el INDEC y la de los salarios que establece el RIPTE.

Para el caso de una persona que -a modo de ejemplo- en los últimos 12 meses pagó un alquiler de $50.000, a partir de agosto de 2023 comenzaría a pagar $104.500.

¿Cómo se calcula el aumento del alquiler en Argentina?

Para calcular el aumento del precio del alquiler, tanto los propietarios como los inquilinos pueden consultar el Índice de Contratos de Locación (ICL) que publica todos los días el Banco Central, y contempla la variación de la inflación (según el Índice de Precios al Consumidor IPC del INDEC) y los salarios, de acuerdo con la remuneración promedio de los trabajadores estables (RIPTE).

Para aplicar el ajuste con base en el ICL, se debe utilizar una fórmula teniendo en cuenta el valor de dos fechas: la del inicio de la última actualización de valores y en la que se hará el aumento.

El índice se puede consultar en la web oficial del Banco Central, haciendo clic en la pestaña “Estadísticas” y en “Principales variables”. Luego, en la opción “ICL”, que se encuentra al final del listado.

El usuario deberá seleccionar las fechas de inicio y finalización del período que se quiere consultar. Primero se debe colocar la fecha en la que se concretó la última actualización, para saber cuál era el índice en ese momento, y en la que se hará el ajuste.

Luego, tomar el precio actual del alquiler y dividirlo por el valor del primer índice. Por último, se debe multiplicar ese monto por el índice de la fecha en la que cambia la cifra del alquiler. El valor que arroje será el importe del alquiler que el inquilino deberá abonar durante todo el año.

¿Qué dice la Ley de Alquileres?

Según la Ley de Alquileres vigente, el plazo mínimo para los contratos de alquiler de vivienda es de 3 años. En los contratos el precio del alquiler se debe fijar como valor único, por períodos mensuales y solo se pueden realizar ajustes anuales.

Hasta fines de junio de 2020, antes de ser promulgada la Ley de Alquileres (27.551), el precio se definía cuando se firmaba el contrato, y ese monto total se dividía por los 24 meses de duración del alquiler y, en general, se pactaba con subas semestrales.

A partir de la nueva ley, los alquileres se ajustan una vez por año con una fórmula compuesta en un 50% por la evolución de los salarios (índice Ripte) y 50% por la evolución de la inflación que mide el INDEC (IPC).

Otro de los cambios de la normativa fue que el mes anticipado y el depósito de garantía que deben abonar los inquilinos no pueden ser mayores que el equivalente a un mes de alquiler, respectivamente. En tanto, el plazo mínimo del contrato se amplió de dos a tres años.

Se viene un alquilerazo

El problema es estructural, ya que según los datos preliminares del Censo 2022, se registraron 17.780.210 viviendas en todo el país, un aumento del 28,5% con respecto del Censo de 2010. Se contabilizaron 6 millones de habitantes más y se construyeron en total 4 millones de unidades, con lo que el déficit se agravó.

En la Ciudad de Buenos Aires, que junto al conurbano es donde se concentra la mayor cantidad de población del país, se suma otro fenómeno, que es que la desigual distribución del ingreso determina que una de cada diez viviendas se encuentre sin ocupantes, la mayoria en barrios como Puerto Madero, Palermo y Recoleta.

Un informe elaborado por la Mesa de Estudio de Viviendas Vacías, integrada por el Instituto de la Vivienda de la Ciudad y organizaciones como la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), el Centro de Estudios Legales y Sociales, el Centro de Estudios Económicos y Urbanos, La Boca Resiste y Propone, señala que unas 300.000 personas residen en villas y asentamientos, otras 7.500 están en situación de calle y un 35 por ciento de las familias pagan alquiler -al que destinan una porción importante de sus ingresos- para vivir en la Ciudad de Buenos Aires.

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